sábado, junio 16, 2007

VOLVAMOS A TOCAR LAS PUERTAS DEL CIELO

He de confesar que a veces nos rebasan los excesos. Deseamos la autocomplacencia con el furor de quienes dejan la vida de por medio. Es allí donde las hormonas despliegan su juego incesante, dejándonos vulnerables ante la presencia de una pasión que desemboca por los confines de nuestros cuerpos.

En mi pensamiento vuelve a tomar forma tu seductora imagen, justo cuando se desprenden de mis dedos las palabras pertinentes que me inspiras. El eco de los besos que dejaste impregnados en mi ser llega hasta el reducto de las más intimas sensaciones placenteras.

Entonces le damos paso a esa fuerza interna que nos hace suspirar; a ese impulso espontáneo donde nos encontramos siempre, sin barreras, llenos de deseos incautos, respiraciones entrecortadas, manos que desean aprisionar alguna porción del alma y uñas imaginarias que clavan sus filos en lo más hondo de la memoria.

Me encantan nuestros encuentros tan apasionados, cuando casi enloquecidos nos besamos e impacientes nos desvestimos para sentir nuestros cuerpos desnudos, tocándose piel con piel; con el ansia de invocar nuestros delirios, nuestra respiración acelerada, nuestra colección de provocativos besos con la legua de por medio.

Imagino tus labios y quisiera ver esa sonrisa vertical sin miramientos, mientras te acaricio con el fragor de inagotables besos. Con tus caricias y con tus abrazos no tardo en entrar en ese instante que me hace libre y me estremece.

Casi alucino cuando asemejo rozar tus pezones y se te ponen erectos con el sólo hecho de atreverme a imaginarlo; dulce sensación que me hace perder todos los sentidos; inquietantes latigazos de adrenalina inundan mi entrepierna y me llevan en tu búsqueda, acercándome más y más, anhelando no volver a estar sin ti.

Al margen de las inmensas ganas que tengo de estar contigo, de que esta sea la noche que en que amanezcamos en el mismo tálamo de caricias compartidas, extraño esa mezcla de amor, fantasía, sexo; ese ritmo casi lento donde se intercambian posiciones, lujurias y gemidos.

Ven, volvamos a tocar las puertas del cielo, ha pasado ya un buen tiempo. Ven amor, cierra los ojos, tómame de la mano, juntemos los fragmentos de lo que han sido nuestros sueños.
Related Posts with Thumbnails